Salió la Sexta!! Diario! Diario!

Febrero de 1982. Como decían en la radio... "Una nueva hora comienza" Jugar en Sexta División tenía otro gusto. Era como habíamos salido de las divisiones de "chicos" apra comenzar a entrar, de a poquito, a las divisiones de "grandes"

El gran cambio fue en el entrenador y, por supuesto, en el estilo que nos iba a marcar para siempre. Este año toma la batuta Cacho Varela secundado por El Indio Rodriguez, que ya nos conocía desde la Octava de Dionisio. Ya no se entrenaba, si se entrenaba, los Sábados o Domingos. Ahora los entrenamientos eran los Martes y Jueves a eso de las siete, siete y media de la tarde en la sede San Martín. Los Jueves, al final del entrenamiento, Cacho nos llevaba a uno de los salones del Club, agarraba un pizarrón y nos terminaba de hablar allí de las jugadas que habíamos ensayado. Puedo decir, sin temor a equivocarme, que en esos entrenamientos aprendí muchísimo. Y estoy seguro que cualquiera que lea esto y haya jugado en ese quipo se acuerda de por lo menos dos de cualquiera de esas jugadas. Y todas funcionaban y daban resultado. Si hoy tuviera un equipo completo (y no seis pendejas malcriadas) ensayaría alguna de esas.

Este año sigo como pateador, junto con Mareque. Y este año es en el que me doy cuenta que todos los demás crecieron igual que yo y que ya no le saco ventajas a nadie con el físico. Digamos que me empiezo a comer los primeros bifes.

Este también es el año donde vamos a aprender que la frase "es preferible ser cola de león que cabeza de ratón" es la que le dará sentido a este equipo. Es el año del ascenso de Gimnasia desde Preclasificación a Clasificación. El del viaje a Córdoba y "los debuts". Es el año en que las estadísticas y anotaciones en el cuaderno se hacen más puntillosas. Pero es, sobre todos, donde empezamos a vivir nuestra adolescencia más fuertemente. El año de "los asaltos", las chicas, las noviecitas y demás.


Digamos que el '82 fue una cosecha interesante.