Los primeros coletazos

Era una cuestión de tiempo nomás. Después de la nefasta reunión algunos decidieron irse, entre ellos muchos históricos: algunos como Claudio Galangau y Pato Pariggi partieron a probar suerte a Belgrano Athletic, otros a San Cirano como Walter y otros a San Martín como El Colo y El Tano. Algunos pocos pasarían a jugar en Juveniles pro una cuestión de edad. Era la primera diáspora, seguiría otra aún peor.

También se nos acoplarían los que venían de la división inmediatamente inferior y a los que les tocaba el primer año de cuarta. Por supuesto, no eran desconocidos. Muchos de ellos eran chicos a los que conocíamos de hacía algunos años.

De esta melange, a Faig se le ocurrió armar dos equipos. una Cuarta "A" para jugar en la zona Campeonato y una Cuarta "B" para la zona "Preparación". Para eso organizó dos partidos de "tryouts" que se jugarían a fines de marzo.

1985: El año de la traición y la diáspora

No recuerdo muy bien la fecha exacta. Pero si me acuerdo el lugar, la gente el momento, las manos que se levantaron y las voces que no se hicieron escuchar.

Mario Faig era un histórico del rugby de Gimnasia. Era de esos tipos que estaban siempre, que todo el mundo los conocía, que eran referentes. Pertenecía a la sub comisión de rugby y estaba, por lo tanto, entre los que hacían y deshacían. Mario venía desde hacía un par de años formando listas en las elecciones internas del Club. Sino estaba de candidato a vocal, estaba de candidato a Presidente. Pero estaba. Siempre estaba.

Alguna noche en la Sede San Martín, bajo la tribuna nueva, estaba Mario Faig con un par de personajes más (Quique Perez creo que era uno) No me acuerdo si hacía frío o calor. Debía ahcer calor por que los entrenamientos empezaron por febrero ese año. No sé como llegamos a esa reunión, quien la convocó y por que no estaba Cacho. Sé que estábamos todos ahí. Todo el equipo. Desde donde estaba sentado yo los veía a Mike y Damián sentados juntos sobre una mesa. Y entonces Faig comenzó a dirigirse al equipo. A decir que la Sub Comisión consideraba que la "época Varela" ya había terminado, que era suficiente con tres años y que teníamos que cambiar. Y nos hizo votar. Y me acuerdo que me quedé mudo. Que con 17 años por cumplir estaba viendo por primera vez la traición frente a frente y no supe como reaccionar. Me acuerdo que me quedé sin palabras. Que estaba indignado y no sabía como enfrentar el dilema. Y me acuerdo de Damián diciendo que sí, que estaba bien. Y a su séquito de seguidores asintiendo y yo en silencio. Con la garganta hecha un nudo y sin saber que hacer. Esa noche todos fuimos culpables. Los que dijeron que sí y los que no supimos decir que no.

Y es el día de hoy, 22 años después que me acuerdo de esa noche y me arrepiento por no haber hablado. Por haberme sentido parte de la traición.